En un sábado por la mañana, observe como en el parque en el que habitualmente camino para meditar, sucedió que me encontré con tres personas realizando algo muy interesante, de un pequeño camión, bajaron unas mesas, sillas, materiales y unas herramientas. Me acerque para ver qué es lo que estaban haciendo y al ver más de cerca me llene de alegría, goce la sensación como en mi tiempo de niño y adolescente. Estas personas estaban armando unos pequeños carros de control remoto, pero con piezas diversas y materiales hechos por ellos mismos.
Este pequeño grupo de personas adultas se dieron tiempo para disfrutarse y reír haciendo cosas sencillas y armando que tal vez sea un “juguete” pero más allá de lo que estaban construyendo se dieron la oportunidad para divertirse.
Nos hemos acostumbrado tanto a la tecnología digital que perdemos de vista esos momentos agradables de armar un “rompecabezas”, o un juego de mesa (no electrónico), tal vez leer, pintar, escuchar música, practicar un deporte o hacer cualquier otro pasatiempo que nos gusta hacer. Uno de mis pasatiempos es tomar fotografías y videos, en ocasiones uso un dron, la primera vez que pude hacer volar uno me hizo reír mucho, en una de las primeras practicas los derribé y se descompuso, la siguiente vez que lo volé, lo perdí de vista en el barrio y como niño fui a buscarlo sin éxito, se había perdido, “me sentí como cuando pierdes un juguete por la primera vez”. Esta experiencia me hizo recordar muchos momentos que viví en mi niñez.
Ahorre para comprar otro dron, no son fáciles para aprender a controlarlo, pero lo que realmente quiero compartirles no es saber usar un dron; sino más bien como gozar un momento para reír y sentir alegría no por las cosas, si no por disfrutar un momento haciendo algo diferente en mi vida cotidiana.
Estos momentos me ayudan a inspirarme para escribir y despejar mi mente para enfrentar los desafíos en mi vida. Reír me ayuda a mantenerme apasionado en mis tareas cotidianas; hasta puedo gozar limpiar mi casa, para realizar cosas para mi familia y ser más consciente de mi entorno donde vivo.
Disfrutar momentos así, solo para divertirme, ayudan mucho para tener paz. Diariamente tengo muchas responsabilidades en el trabajo y en mi familia que exigen muchas cosas de mí. Cada día es diferente, donde debo de cargar con todos mis quehaceres y preocupaciones, y eso se vuelve “pesado” si no sabemos cómo disfrutar nuestro tiempo despejado nuestra mente y dejando de lado las cosa que nos preocupan por un momento. Tenemos que darnos tiempo como cuando éramos niños para jugar para poder recobrar fuerza y fortalecer nuestra animo de segur luchando.
Cada familia es diferente, muchas tienen muchas ocupaciones, o actividades, trabajo, escuela, etc. Sumado a eso las preocupaciones sobre el bienestar de nuestras vidas y muchas familias piensen que no se pueden dar el lujo de tener un pasatiempo solo para divertirte. Nuestra rutina diaria puede llegar hacer muy absorbente, que no puedes darte el lujo de jugar un momento. Te invito a llevarte un yo-Yo, un balero, un trompo, o alguna otra cosa que te ayude a jugar, que puedas llevarlo en tu pantalón o en tu bolso, necesitamos un esparcimiento para que nuestros pensamientos se aclaren, para drenar el constante estrés de nuestras vidas.
Los invito a sonreír como niños otra vez, todos lo necesitamos. Gocemos la vida de una manera sana, con alegría en nuestro espíritu, que nuestros ojos envíen un mensaje de esperanza a los demás, porque están relajados, están contentos. Que los desafíos de la vida no te alejen del gusto de jugar de vez en cuando como un niño.
Animo, cuando los más pequeños de tu familia, te inviten a jugar, no desaproveches esa oportunidad, bájate al nivel de ellos y disfruta ese momento, gózate con ellos y recibirás la bendición de un torrente de energía y alegría.
Bendiciones a todos.
Comments