Realidad Virtual, hace perder nuestra humanidad
- Jose Martinez
- Feb 17, 2020
- 3 min read

Estoy inconforme, no me gusta, lo que escucho y veo cada día mucha gente dependiendo de la tecnología que incluso llega a un grado de ansiedad por no tener cerca el teléfono “inteligente”; estamos dependiendo mucho de los “Likes” para poder estar aceptados en una sociedad virtual, nos está distanciando mucho al grado que nos está convirtiendo en extraños viviendo bajo el mismo techo. Hay casos que el mal uso de estas tecnologías está causando divorcios y degradación de la dignidad humana. La intimidad se desvanece y todo se quiere publicar en las redes.
Que vamos hacer
“Estamos atrofiando nuestras habilidades cognoscitivas contaminando nuestras mentes con contenidos “basura”; nuestros hijos están expuestos a contenido que no les deja profundizar, reflexionar, decir que es lo mejor para ellos; solo basan su conocimiento en lo que encuentran en internet, reproduciendo videos con acciones de personajes que suben a la red materiales que asumen que son confiables y con falta de métodos de investigación y carentes de valor para el desarrollo de una familia.”
El internet es un océano de información donde podemos encontrar muchas cosas, así como un “tesoro” que podemos encontrar en la profundidad del mar, así son los buenos contenidos que podemos utilizar en la red, hay que saber buscar información y conocimiento que en verdad desarrolle el potencial humano y la ayuda entre los pueblos.
Demasiada información que desinforma y altera nuestra tranquilidad mental y espiritual. En los sitios de noticias hay más cosas negativas que se reportan que las positivas. Se promueve más la cultura de la muerte y la violencia, que la cultura a la vida y la paz entre los pueblos.
No hay día que escuche contenidos de canciones con versos de tristeza y melancolía. Canciones con temas contrarios al amor, el respeto y las buenas costumbres. Muchas de estas situaciones son el reflejo de una sociedad que ha dejado lo básico que tenemos como personas divertirnos sanamente, de disfrutar el amanecer, caminar por el barrio; dejar de lado los vacíos que sentimos por la falta de algo que incluso no sabemos que es. Nos hemos olvidado de adentrarnos a nosotros mismos, nos hemos dejado atrofiar con necesidades creadas que nos venden en la televisión, el internet y las redes sociales. El ser humano es tan maravilloso que hace hábitos y costumbres, tradiciones que son benéficas para su desarrollo; pero tenemos un problema; vamos de prisa en un mundo acelerado por la tecnología y la información, en este mundo con un océano infinito de datos; de variables cada vez se vuelve más complejo, lo hacemos tan complejo que dejamos de disfrutarlo.
Esto nos provoca vacíos que deseemos llenarlo con cosas superficiales, actividades que no tienen ningún sentido o que creemos que son divertidas cuando no lo son. Ya se nos pasa dar un “buenos días” o dar un beso a la persona que decimos que amamos; el desayuno, el almuerzo, la cena, la reunión, la charla se vuelve desagradable con los teléfonos sonando su timbre con el nuevo mensaje cada momento, o simplemente no dejamos de ver la pantalla para enviar la nueva foto para “sentirte” parte de un grupo.
Nos quedábamos en que a veces es mejor no querer llegar a casa porque ya nadie te ve a la cara estamos pegados a las pantallas, que nos ofrece la distracción de muestras mentes, con una falacia de que con eso me voy a relajar, voy a quitar mi estrés y ansiedad.
Dejamos de usar los canales de comunicación verdaderos con la familia y los amigos, cuando fue la última vez que leíste un pequeño libro, fuiste a la biblioteca (que es eso), caminaste por la cuadra del barrio, saludaste al vecino, compartiste un fin de semana con tu familia, cuando decidiste romper la rutina; ver a los ojos cuando hables, sonreir, dialogar con la familia y las amistades largo y tendido.
Somos únicos e irrepetibles a los ojos de Dios. Cada persona nacida en el mundo tiene una combinación única genéticamente, que vale la pena conocer. Hay seres que se han intoxicado tanto sus mentes con “basura virtual” que ya han dejado de usar sus habilidades creativas. Han dejado de apasionarse por mejorar este mundo y solo deambulan por el mundo en espera de su muerte.
Todavía tenemos la oportunidad de tener un balance y recuperar nuestra dignidad humana; usando toda nuestra persona para desarrollar muchas más cosas de las que creemos que podemos hacer. Pero tenemos que movernos, tenemos que buscar un balance entre el uso de la tecnología y desarrollar nuestros talentos natos que poseemos.
Escapemos cada vez que podamos de la realidad virtual y disfrutemos viviendo más nuestra realidad material.
Muy buen articulo