top of page
Search

¿Qué echas de menos?

Updated: Apr 25, 2020




Esta ocasión voy a hacer una reflexión acerca de que es lo que podemos extrañar de nuestras actividades previas al distanciamiento social. Durante este confinamiento en las casas podemos sentirlas como una prisión que nos privó de nuestra libertad o lo tomamos con un tiempo que nos permita crecer para ser mejores personas. Ya llevamos semanas y tal vez ya agotamos todas las actividades que pensamos que pudiéramos hacer en casa y posiblemente ya nos enfadamos con las mismas rutinas y piensas que nuestra mente ya empieza a darnos muestra de fatiga. Sin embargo, nuestra mente tiene la capacidad para romper con la monotonía que puede provocar este aislamiento y distancia.



"Tal vez ya le llamaste a los familiares, a los amigos, ya viste películas, tienes rutinas de ejercicio en casa, libros que leer, hacer tu comida con tu música favorita, a lo mejor hasta viste programas repetidos de cultura, deportes, etc. Sales a caminar en la soledad y vas por los alimentos con toda la protección. Todo lo descrito son solo algunas cosas que hemos estado haciendo durante este tiempo, algunos ya se adaptaron, otros están enfadados."


Pero yo creo que somos afortunados porque tenemos la oportunidad para reconducir nuestras vidas para hacer cambios de lo que veníamos haciendo y consumiendo.



Dejamos de hacer muchas rutinas negativas que con Pandemia o sin Pandemia, debimos de romper mucho tiempo atrás. Ahora que estamos cuidándonos sin caer en la paranoia, tenemos que observar que es realmente lo que importa en el hogar; por mi parte comprendí que no necesito varias cosas que pensé que eran importantes; que me importa más un parque limpio donde pude caminar y meditar. Que es más importante consumir buenos alimentos y no desperdiciar los recursos en caprichos o cosas superfluas.

Al tener la oportunidad de poder reconducir nuestra vida en este espacio de tiempo que nos da esta pausa vamos a poder descubrir que nos podemos reinventar, que vamos a pensar a dedicar más tiempo a lo esencial y reducir la velocidad a lo que no nos beneficia. Tendremos el momento de pensar y considerar que beneficio nos trae estar corriendo todos los días sin disfrutar plenamente cada instante de nuestras vidas, entregando lo mejor de nosotros en cada actividad con nuestra familia, nuestros amigos y la comunidad.


Cuántos de nosotros no hemos podido ir a cortarnos el pelo, vemos que nuestra apariencia se ve algo descuidada, pero que va con estar muy bien arreglado si no tenemos paz y armonía con los que amamos. Me atrevo a decir que después de este distanciamiento, buscare más a la familia, tener más tiempo para reunirnos, reducir mi consumo en cosas innecesarias y así evitar buscar trabajar más para poder pagar las cuentas de cosas que no necesitamos, cosas superfluas. Prefiero verme greñudo para ver las sonrisas en casa con mi familia. Cuando esto pase voy a preferir hablar con mi familia y amigos en persona que por medio de las redes sociales y disfrutar de una tarde juntos disfrutando de cosas sencillas.


Quiero tener la esperanza de que cuando esto pase y echando de menos a las personas cambiemos muchas de nuestras conductas, hoy vemos que la tecnología nos esta ayudando para comunicarnos, pero como he compartido en otros artículos, debemos de buscar ese balance para que después otra vez no nos distancié.


Hemos perdido mucho la dimensión del cuidado por los demás por sentirnos en una sociedad individualista, pero ahora sabemos que todos nos necesitamos y no somos ajenos a un problema que vimos a la distancia y ahora está afuera de nuestras puertas.


Hagamos un ejercicio simple para mantener ocupada nuestra mente empecemos hacer un recorrido por toda la casa para ver que podemos compartir, que cosas almacenadas en cualquier lugar de la casa no usamos y que pueden usar nuestros familiares o amigos o alguna persona en la comunidad, si buscamos vamos a encontrar cosas repetidas que compramos compulsivamente sin darnos cuenta: ropa, herramientas, cosas de la cocina, aparatos, dispositivos electrónicos, y otras tantas cosas más. Le dimos culto a las cosas materiales y olvidamos estar presentes para los demás, presentes físicamente y no virtualmente dado que nuestra respuesta constante es que no tengo tiempo; Creo que ahora y espero que esa respuesta la pensaremos bien antes de decirla; no tengo tiempo para ir a jugar contigo al parque estoy muy “ocupado”.




Ahora que estamos distanciados físicamente de los demás espero que hayamos valorizado tanto una charla y que la próxima vez que alguien pida platicar sea algún familiar o amigo; nos detengamos a darle el tiempo que necesita ya sea una charla muy sencilla o una charla profunda, porque valoramos esos momentos como nunca antes ya que será algo muy especial.


Debemos actuar buscando que es lo que hay que cambiar y cuáles son los excedentes que tenemos en casa que no ocupamos para nada. Es mejor ser mejores humanos, amar a los demás y dedicarnos a simplemente estar en paz, sonreír, estrechar la mano y decir aquí estamos, gracias por compartir este momento.


¿Qué estoy echando de menos? mi familia, mis amigos, mis actividades que me ayudan a ser mejor persona. Convivir con los demás, ir a campar, a pasear, sentirme libre.

Todo lo demás, las cosas innecesarias, la apariencia con mi pelo, comparar mi bebida favorita se queda sin importancia. Solo quisiera ir corriendo y ver la sonrisa de mi familia y amigos compartiendo un buen momento que nos marque para el resto de nuestras vidas. Un Abrazo Virtual, Cuídense.

 
 
 

Comments


bottom of page