La belleza de la creación de este mundo no termina de asómbrame, cuando salí con mi familia de vacaciones. Tome la decisión de por lo menos tomar tres semanas para desconectarme de mi trabajo.
Fue algo muy hermoso e inspirador disfrutar de una aventura cada día, en el mar, los ríos subterráneos, las lanchas, etc., disfrutar a la familia durante 8 días es de mucha bendición, ahora que ya son adultos jóvenes. Pude tener más tiempo para escucharlos, ver sus caras alegres, con sus sueños y metas. En una cena sonreímos y recordamos con nostalgia muchas cosas, pero viviendo nuestro presente con gran alegría.
Recolectamos muchas memorias de momentos irrepetibles que solo cada familia puede tener, son experiencias de gozo para fortalecer los lazos y marcar a tu familia, dejando una herencia de amor, de unidad familiar, de saber qué hacer para volver a “recargar” energía, despejándose de todo la rutina y episodios difíciles de la vida.
De las diferentes personas que pregunte sobre nuestra visita al lugar de mis vacaciones todos me dieron su punto de vista y su versión de cómo vivieron su experiencia, me dijeron los pros y contras, sus comentarios nos ayudaron mucho para preparar un buen viaje. Si había retos y desafíos que pasar, pero fuimos pacientes para logarlo, fue una jornada excitante y llena de aventura.
Sé que muchas familias deben hacer un esfuerzo grande para lograr un viaje a destinos lejanos, pero si se planea con tiempo y de verdad quieres realizar un viaje que sea grandioso para marcar a tu familia y tienes posibilidades de hacerlo, se debe de hacer el esfuerzo, no necesariamente debes de gastar mucho o endeudarte para hacerlo, porque con ingenio puedes divertirte y pasarla bien, lo que importa es cuál es la actitud de disfrutar las maravillas de Dios de cualquier rincón del planeta.
Disfruta esta vida siguiendo la belleza de los campos de Dios. Él también se revela en el tiempo de descanso, en la naturaleza, en tu familia y en el momento que dejas que el tiempo de silencio y paz que puede brindarte un lugar que te distancia por breve tiempo, de lo cotidiano.
Igual nuestro viaje por este mundo es breve, es mejor que los disfrutemos con alegría y con mucho amor, para poder alcanzar nuestro viaje final a la casa del Padre, nuestra casa celestial, que será el mejor lugar que podamos alcanzar. Después de este viaje terrenal.
Gocemos del amor de Dios cunado viajemos, teniendo en cuenta no perder la prudencia disfrutando sanamente, cada viaje que hagamos con nuestros seres amados.
Bendiciones a todos
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