Las crisis que nos hacen crecer o huimos de ellas para hundirnos en nuestro orgullo.
- Jose Martinez
- Feb 17, 2020
- 4 min read
Updated: Feb 18, 2020

Todos los días en mi trabajo acuden personas por ayuda en diferentes situaciones de la vida, escuchar problemas y comentarios negativos es el “pan de cada día” en mi oficina. Problemas de relaciones de pareja, aburrimiento, fallas comunicación, hijos “rebeldes”, apasionamientos y descontrol de las emociones, entre tantas otras cosas.
Los seres humanos somos algo único e irrepetible, cada persona es un “mundo” en sus pensamientos. Y eso lo podemos observar en cada grupo o persona, que nos relacionemos en la vida; en la familia, en el trabajo, en la escuela, con el equipo deportivo, con los amigos, las actividades de nuestros hijos, etc.
Frases como: “es que así lo hacia mi familia”, “de donde soy esto se hace así”, esa sería la verdad y experiencia de cada quien, pero como cada persona tiene una, educación, lugar, familia de origen, distintos (más en este país de Estados Unidos que hay mucha gente de diferentes partes del mundo) esto nos lleva erróneamente a pensar a que mi perspectiva o “verdad” es mejor que la de los demás. Y por eso no vamos a estar en paz con quien nos relacionemos. A esto se le llama Paradigma: En un sentido amplio, se refiere a una idea o conjunto de ideas, pensamientos, teorías que sirve de modelo a seguir para resolver problemas o situaciones determinadas que se planteen.
Pero realmente no es así, un pensamiento o un modelo se debe adaptar a las circunstancias donde estés viviendo, no siempre pueden ser las cosas de una manera; en un mundo de hoy con tanta información, tenemos que ser capaces de aprender a desprender para poder dar espacio al nuevo aprendizaje a los nuevos modelos y propuestas.
Es un arte proponer un modelo de trabajo, de estudio, de práctica deportiva, de relación conyugal, no es fácil cuando pensamos que mi “verdad” es más importante que tu “verdad”; despende de la perspectiva como se vean las cosas.
En un ambiente de diversidad, pueden aparecer, crisis, podemos sentir incluso un caos, pero esto además de enriquecernos en conocimiento, nos hace crecer a los seres humanos por que podemos desarrollar un sentido de dialogo continuo para llegar a los acuerdos. Cuando huimos es cierta manera es como divorciarse de algo o de alguien.
Cuando estamos en desacuerdo con algo o con alguien y no se presenta una propuesta concreta cara a cara con la persona o grupo en cuestión no resolvemos nada, somos parte del problema, porque dejamos de ver los pasos ganados, es como cuando atravesamos el camino en una carretera y casi al llegar al destino se “poncha” una llanta y empezamos nuestro uso de los comentarios negativos, “te dije que la revisaras”, “vamos a llegar tarde”, no hay nada en el camino. En vez de organizarnos, ver que podemos hacer, cuidarnos y reparar el problema para seguir adelante.
La mayoría de las personas que atendemos su mejor respuesta es “huir”, divorciarse del problema porque no tuvo la capacidad de proponer con paz, la idea que deseaba establecer para mejorar, entonces se quedó incompleto, esta es la verdadera mediocridad, la idea de la comodidad de hoy, es un paradigma.
Realmente no nos conocemos, no profundizamos nuestra propia misión de la vida, nos ganan las debilidades de nuestros propios temperamentos en vez de usar las virtudes y lo mejor de nosotros para mejorar nuestro entorno y ser capaces de establecer un buen dialogo y renunciar a nuestros “egos” es muy bueno para que el grupo se fortalezca, (grupo: familia, equipo, compañeros de trabajo, etc.) No se puede proponer algo, aunque sea mejor de lo que está establecido a fuerza de imposiciones y falta de respeto a los demás porque deja de ser una buena propuesta.
Nuestros hijos son una “esponja” de aprender lo bueno y lo malo de nosotros los padres, por eso hay que ser atento a como encausarlos a que piensen por si solo, pero con un respeto profundo a los demás, enseñando que siempre el dialogo es una de las herramientas esenciales para poder llegar al acuerdo, enojándose o disgustando por que no se hacen las cosas como YO quiero no los llevara a ningún lado.
Mucha gente renuncia o se distancia de amigos, del trabajo de un grupo o incluso de su familia por que se divorcia consigo mismo de buscar enfrentar el desacuerdo, esto genera a su vez la intolerancia, la practica sucia de hablar a las espaldas (muy usado en la política).
Una vez un grupo se presentó conmigo no quería trabajar con un par de personas de otro grupo porque sentían que eran muy egoístas. Entonces los reuní a todos y los pusimos a charlar para que realmente se conocieran. Esa era su tarea. Su crisis de dialogo y métodos de trabajo quedaron atrás por que encontraron como mejorar sus desacuerdos. Y ahora son uno de los mejores grupos que resuelven muchas situaciones juntos que separados. Nosotros usamos en la Iglesia Católica, una frase muy fuerte “donde hay unidad hay unción, que quiere decir gracia, donde no hay unidad y dialogo “estamos desgraciados”. Enriqueceremos en nuestras diferencias es muy importante tenemos que sumarnos y pertenecer. No restarnos y desaparecer.
Cuando nos distanciaos de Dios, nos desconectamos y nuestra mente empieza divagar, se distrae y vuelve su atención a las tentaciones que nos generan una vida desordenada.
Seamos una mente abierta para ver más allá de los desacuerdos, de las perdidas, de los descontentos y los enojos, que en la “habitación de nuestras mentes sea una zona abierta para dialogar y proponer, sin imponer. Pero seamos también una persona que con la gracia de Dios y en nombre del el, nuestro espíritu esté conectado a la paz, esperanza y amor; paras ser el instrumento de Dios para sanar y bendecir a los demás.
Bendiciones a todos
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