Disfruta lo que hagas. Te diré por qué.
- Jose Martinez
- Apr 17, 2020
- 5 min read
Este artículo lo escribí a finales del 2018, ahora que estamos pasando por este problema mundial, me gustaría compartirlo para poder reflexionar con ustedes el estar en casa por muchos días sin poder salir.

Aburrido
“De vez en cuando me encuentro en uno de eso días que sientes que no estás haciendo nada y te aburres porque no disfrutas nada. Al reaccionar casi inmediatamente me di cuenta que puedo aprovechar estos momentos para meditar en silencio y reorganizar mis ideas. Meditar no significa que no estás haciendo nada, sino que es una pausa para detener el paso y ver lo que sucede a nuestro alrededor.”
Es tan grande y basto nuestro mundo que en la velocidad que vamos, pensamos que detenernos un momento el mundo nos va dejar atrás, sin embargo, hay muchas cosas que podemos hacer al desacelerar y quedar unos pasos atrás. Incluso hacerte a un lado en ciertas circunstancias te despeja tu mente y se aclaran las decisiones que tengamos que tomar. Un ejemplo si les gusta o no el futbol puedo recomendar que pongan atención en los movimientos de los futbolistas, para meter un gol en muchas ocasiones un movimiento hacia atrás o hacia a un lado les ayuda para batir la meta.
Del deporte y de otras disciplinas podemos aprender muchas cosas para la vida, frenarte un poco no te dañara ya que podemos meditar comprender y disfrutar lo que nos apasiona y encender la llama de la pasión dado que cada momento es especial. El entrar a estados monótonos te puede provocar aburrimiento parte de la culpa la tiene el cerebro, pero más aún si eres una persona que tiene pocos intereses y te falta creatividad, tendrás un estímulo bajo en tu cerebro por eso no te llenara lo que estas haciendo. Es importante meditar, caminar, respirar, sentir el calor, el aire, beber un vaso de agua; debemos de sentir esas bendiciones, tal vez sea muy sencillas, pero son muy valiosas para alentarte a alcanzar los objetivos.
Un día esperando mi turno para pasar un semáforo, mire a un hombre con un letrero que decía “reparo computadoras por comida” me queda asombrado dado que estaba la persona decidida a continuar ahí cerca de la calle y buscando trabajo. Me quede inquieto dado que también trabajo con computadoras, mi mente empezó hacer muchas conjeturas de por qué él estaba ahí, pero no acerté a ninguna, cada persona vive con sus propias situaciones y experiencias que lo llevan a tomar una decisión u otra. Por mi trabajo me entero de muchas historias de la gente: accidentes, divorcios, deportaciones problemas familiares, vicios, engaños, etc. Si dejara que todas estas historias que pasan en la vida cotidiana me afectaran ya no podría estar escribiendo esto para tratar de hacer reflexionar a la gete.
Escucho historias de personas tan cercanas a mi familia y trato de alentarlos a continuar en sus objetivos y metas, aunque estemos en medio de las tristezas o desánimos. No debemos dejar que la falta de constancia o perseverancia para alcanzar nuestros sueños, las metas que nos proponemos o incluso “metas laterales” (es cuando sientes que no alcanzas lo que sueñas hacer, pero la vida te lleva a encontrarte con otra realidad e incluso hasta ver materializado un sueño mejor). Al ver todas estas situaciones, mi humanidad me juega pasadas negativas como decir “no tengo tiempo para disfrutar esta comida” tengo que comer rápido para terminar lo que estaba haciendo y nos disfrutas lo que comes; pero al acordarme del hombre del letrero, cambie mi pensamiento valore aún más la comida que tengo a la hora del almuerzo, disfrutar hasta las “migajas”, con tal de agradecer que tengo que comer y beber. Simplemente debo de agradecer que tengo un trabajo, proyecto o negocio y que puedo, sentarme tranquilamente a comer disfrutándolo y también compartirlo con mi prójimo.
A manera de reflexión no es de mi interés quejarme si el color de mi recamara o la posición de mis muebles no me gusta o que mi vida no es cómoda. (La comodidad es una distracción de lo que verdaderamente vale la pena en la vida). Dejamos de disfrutar las cosas sencillas, no necesitamos de esperar a tener varias semanas de vacaciones cuando podemos tener breves momentos de respiración, de disfrutar una sonrisa y dar gracias por lo que has luchado de buena manera y ayudar al bien común en el lugar donde vivimos.
Tenemos que dar “cara” a muchas situaciones; necesitamos enfrentar todos los días el “monstro del estrés” de los problemas, no debemos perder la paz interior, por eso es necesario detenernos y meditar que es lo mejor para nosotros y que podemos hacer por los demás. Debemos de deshacernos de las ideas que solo nos llenan de ruido y hoy más que tenemos accesos a tanta información en las redes sociales y sitios en internet, circulan pensamientos muy valiosos, pero otros son muy negativos.
No te aburras, no sientas que lo que haces no significa nada, más bien trata de hacer cosas que signifiquen y les des honor a los demás. Acciones tan simples como parar y comprar un pan y dar una bebida refrescante a un familiar o a una persona sin hogar. Hazle el día a alguna persona y disfrútalo, da lo que tú eres una persona única e irrepetible, si tu no recibiste amor, hazlo tú, eres el momento, haces el lugar, eres la persona que genera los momentos felices, no los estímulos que recibes del exterior, esos estímulos son solo una parte para mover la grandeza que cada persona tiene en su interior para crear situaciones que beneficien a los demás y eso te ayudar a decir estoy agradecido y no aburrido.
No importa las cosas materiales o los lugares de lujo o los restaurantes de “VIP”, cada persona en este mundo es importante porque tiene un propósito, dejar el mundo mejor como lo encontró.
La cultura de individualismo y del consumo ha generado un desequilibrio en nuestro interior al “embriagarnos con la comodidad”, olvidando a los demás, vivir con vacíos, concentrándonos en nuestras propias necesidades nada más.
Cada vez que pienso en que hay un niño o niña sin comer en otro país trato de no desperdiciar comida, cuando recuerdo que hay personas que se esconden en su casa para evitar una bomba, dejo de pensar que si mis muebles están mal acomodados o no le queda el color de la pintura; cuando pienso de que hay lugares donde no tienen agua para beber, ni siquiera quiero pensar que el agua de mi filtro sabe rara; cuando pienso que gente que camina kilómetros para conseguir comida dejo decir que el mercado de la esquina no me gusta. Cuando quiero cambiar mi TV por una mejor, recuerdo que hay quienes solo se sientan a ver quién será el que pueda vivir mañana.
“Antes de pensar que algo te aburre, piensa en la infinidad de actividades que podemos hacer en casa con la familia” Bendiciones
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