Damos los peces pero no enseñamos a pescar.

Es cierto que con solo dar el pez (dígase ayuda en dinero, comida, ropa, alojamiento, etc.) no se resuelve nada del problema solo se ponen parches para los necesitados; pero tampoco ayuda o es una solución con solo enseñarles a salir adelante, si nuestros semejantes se van quedar sin un lugar donde vivir o que comer. Tenemos que hacer ambas cosas dar ayuda al necesitado mientras aprenden a valerse por ellos mismos.

Si tenemos la dicha de contar con una vida holgada y organizada que incluya un plan económico, también incluyamos una vida de moderación. Cuando sucede que tenemos nuestros ingresos estables y razonablemente cubrimos nuestros costos de vida, administrando nuestro tiempo y confiando en la providencia de Dios o si usted no es creyente pues confiando en su trabajo e ingreso. Entonces si hay recursos demás o excedentes estos van para los necesitados.

Tal vez sea muy claro o razonablemente bueno lo que les digo pero existen muchas personas que estarán en desacuerdo, siempre pensaremos que es primero mi familia o nosotros mismos. Es muy difícil que compartamos lo que duramente se logró con el esfuerzo del trabajo o de un negocio. Muchas de las veces la gente más pudiente no comparte sus recursos. Es más fácil que los más pobres puedan compartir lo poco que tienen.

Les comparto que en el año 2008 durante la crisis financiera, mi familia y yo perdimos muchas cosas materiales, pero no nuestra esperanza y amor. Fueron momentos difíciles donde trate de salvar mi posición, hasta que me di cuenta de una cosa que me enseña esta cita bíblica "No me des ni pobreza ni riquezas. Dame aquello que sea necesario. No sea que harto te desprecie y diga: «¿Quién es Yahvé?», o que, necesitado, robe y blasfeme el nombre de mi Dios" (Proverbios 30, 8-9).

Busque prestado bastante dinero del banco para poder continuar con mi proyecto de negocio; pero no sirvió de nada solo fue para poner un parche, la crisis de ese año fue muy desbastadora para muchos y para mis clientes, pero también la soberbia de un mundo capitalista que me cegaba con la tentación de las cosas materiales. Cuando busque ayuda en los bancos nadie me la dio; busque en la familia y encontré la ayuda pero no con dinero; solo les pedí unas semanas para recuperarnos y trazar un plan para salir adelante con mi familia.

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Sé que es muy difícil para muchas familias y personas que conozco salir de una crisis financiera con tantas limitaciones y problemas. No es malo que ayudes al necesitado, pero tienes que ayudar con cuidado, porque los puedes perjudicar si ves que no tiene un plan para mejorar su situación. Tienes que ayudar con mostrarles un plan de trabajo, orientarlos de buscar oportunidades para que puedan valerse por sí mismos pero al mismo tiempo con amor y sabiduría.

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En la ciudad vagan muchas personas que se dicen necesitados, pero son estafadores que engañan que no quieren trabajar, pero cómo los diferenciamos de las personas que sí necesitan de ayuda, claro que es difícil reconocerlos, no somos detectives, solo usemos nuestro sentido común con preguntas, busque en la organizaciones de ayuda de su ciudad, tenga consigo siempre una lista de albergues, bancos de comida, lugares de ayuda a los necesitados. En estos sitios ya están más preparados para orientar y responder a las personas que necesitan verdaderamente ayuda. Si usted va por la calle y se encuentra alguien que le pregunta que si le da dinero para comer o le cuenta una historia escúchelo, sonría y pregúntele tienes hambre, déjame traerte algo (vaya y compre algo cerca), no le de dinero, comparta lo que le compre y dígale estos es lo que puedo hacer por ti, come esto y entregue la lista de teléfonos y direcciones de los centros de ayuda, “ayúdate a ti mismo, sal y gánate la vida”, sonría con sinceridad y termine diciéndole eres una persona importante, no olvides ir los centros de ayuda. Que tengas un buen día.

Tener prudencia es bien importante y es muy bueno escuchar y dialogar con las personas necesitadas porque usted puede ser la persona que le cambie su estilo de vida, nunca debemos dejar desamparado a alguien confiemos pero no dejes que te engañen los vividores cuando otros de verdad si necesitan de la ayuda.

Compartir nuestros recursos para los demás no equivale a que te dejes abusar, no dejes que los que optaron por el camino del engaño o la mentira priven a otros de lo que usted con tanto amor quiere compartir al que realmente lo necesita.