
Photo by Matti from Pexels
¿Quién nos dirá la verdad? Quise hacer esta reflexión, no solo para sumarme a los que estamos en contra de una guerra y que sabemos que nos puede arrastrar a un holocausto; sino también para pensar por que suceden todas estas cosas que no tiene sentido y que tuvimos que haber dejado atrás hace mucho tiempo. La pasión por estudiar y analizar la historia, se convirtió no solo en una práctica de acumulación de conocimientos, sino convertirla en una herramienta para que me ayude a comprender lo que nosotros los humanos hacemos; es por eso que además estudio teología, economía, antropología y sociología. No puedo decir que me especializo en una de esas materias, pero al menos, me permite comprender y analizar lo que dicen en los medios electrónicos y redes sociales, cada bando político, noticieros, propaganda, análisis de geopolítica, predicciones y dime y diretes. He escuchado y leído muchos materiales audiovisuales y textuales para evaluar los diferentes puntos de vista. Para darles un sencillo comentario puedo resumir que esto que estamos viviendo debería ser ya irrealizable, pero tristemente nosotros la humanidad no hemos sido capaces de evolucionar para amar verdaderamente.
Además, hemos perdido la práctica de nuestro pensamiento crítico, en esta época, aunque tengamos un exceso de información por diversos medios, no tenemos la capacidad de procesar tanta información, para darnos una idea clara de lo que ocurre alrededor y a la distancia.
Con estas situaciones de falta de compasión, de unidad, de bien común, que siempre estoy diciendo en mis artículos y reflexiones; perdemos de vista lo que somos, personas humanas que estamos aquí con el propósito de amarnos y construir un bienestar nos solo para una cultura, un país en particular, un bloque económico, una ideología, sino para toda la humanidad.
Podemos estar en desacuerdo y pensar diferente, eso enriquece nuestras relaciones humanas; cuando hay un desacuerdo, nos debemos de sentar a dialogar para llegar al acuerdo. La violencia que siempre ha existido en el mundo es una asignatura pendiente que no hemos podido “acreditar” año con año, nos envenenamos con el poder, el abuso a los demás, los excesos de cosas materiales, las adicciones, la xenofobia, el enriquecimiento ilícito, idealizamos personas e idolatramos ideologías que pensamos y creemos que es lo que necesitamos en la realidad que vivimos.
Tenemos al mundo sumergido en la zozobra con tantas tonterías que creamos con nuestros desacuerdos, creemos que tenemos toda la verdad, de que nuestra forma de vivir es la mejor; pero al contrario solo nos sumergimos en nuestros vacíos existenciales, que tratamos de llenar con los dioses falsos como la soberbia de poseer, de controlar, de sentir el poder, de creerme que soy superior a los demás y que tengo la verdad.
Millones de personas están viviendo al día, que no se van preocupar de leer o reflexionar este articulo sino de saber si van a vivir o comer algo hoy. Ningún gobierno del mundo es perfecto en la administración pública, las sociedades son muy complejas, sería absurdo creer que un político o sistema económico tiene la panacea la “varita mágica” para solucionar todos los problemas; solamente revisemos lo sucedió con la pandemia del covid, con tantas contrariedades y fallas de liderazgo que circularon entre familias, amistades, redes sociales y desacuerdos de políticos contra la ciencia.
Debemos de profundizar que nosotros los ciudadanos del mundo, no elegimos a caudillos, tiranos, dictadores, autócratas, sino a servidores públicos, que tenemos que tener una premisa de no idealizarlos porque sientes que está a favor de nuestros intereses y forma de pensar. Esa persona debe ser capaz de saber leer la política interior y exterior en este mundo, aunque no nos guste esta globalizado, donde estamos estrechamente entrelazados. Donde debemos de discernir de lo correcto de lo incorrecto. Dejar de pelarnos y gritarnos con nuestros desacuerdos.
Idealizar a personajes políticos o cualquier “líder” de cualquier entidad humana como un todo poderoso porque cumple mis propios intereses, es ser muy egoísta, porque tal vez no cumplirá con los intereses de mi prójimo, ahí es donde perdemos de vista el conceso y el bien común.
Desintegramos muy fácilmente la armonía de una sociedad y del mundo con las divisiones, el egoísmo, la falta de amor los unos por los otros. Si, violentar nuestros desacuerdos pueden llevarnos a las guerras, cuando no ponemos en claro que, en vez de dividirnos y aniquilarnos, es mejor sumarnos y estrechar lazos de solidaridad.
Tal vez, estoy “fantaseando con este ideal”, pero siempre tengo la esperanza que podemos ser mejores humanos, de poder ver a mis vecinos, enemigos, amigos y familiares, con amor. Me pregunto siempre ¿qué puede aportarme el que es diferente a mí?, que puedo aprender al escuchar y observar su cultura, su familia, sus preocupaciones, su perspectiva y si no nos gusta o estamos en desacuerdo con algo, provocar el dialogo para conocernos mejor, contribuyendo todos para “edificarnos” entre los pueblos de este mundo.
Hemos sembrado y construido la violencia, pienso que la llevamos en “nuestros genes”; ya que tenemos una lista oscura de problemas que solucionar en este mundo: inmigración, xenofobias, narcotráfico, corrupción, cambio climático, tráfico humano, control de armas, etc.
Los problemas están ahí, y sin cerrar los ojos, pienso que tal vez no pueda hacer nada a gran escala, pero al menos, puedo educar a mi familia para el bien común y el respeto, solidarizarme con los demás sin caer en la indiferencia; como lo hizo el buen samaritano y no pasar de largo cuando alguien nos necesite. Lucas 10, 25-36.
Espero tener la vida para continuar escribiendo y reflexionando por mucho tiempo, y aprender lo mejor de la humanidad para tener compasión, quiero paz y no guerra, quiero seguir viendo todavía la luz del sol cada mañana; por eso no quiero que los que prefieren la oscuridad, nos arrastren a todos para aniquilar la creación de Dios.
Dios los bendiga, la paz de Cristo este con ustedes
Comments