
En una charla con mi familia, uno de mis hijos me compartió que cuando trabaja en la escuela con los atletas, trata de inspirarlos y darles motivación para que ellos mismos no decidan perderse. Es tan trágico ver tanta gente que se dejar llevar por la fatalidad, por los mensajes negativos.
Debemos seguir perseverando en hacer lo que amamos, no desistir, ser la mejor versión de nosotros mismos, caminar nuestra jornada de la vida, hasta que partamos de este mundo. Debemos de esforzarnos mejor en cada paso que damos, con alegría hacer aquella actividad que verdaderamente nos inspira para participar en el bien común. Hagamos realidad nuestra obra, que tal vez solo sea un “granito de arena”, tal vez sintamos que sea poca cosa, pero es nuestra, es participar en la gran obra dando una pincelada de inspiración a este mundo que es muy hermoso pero que otras personas lo quieren ver de una manera fatal.
Debemos ser testigos de esperanza y no de fatalidad; es un pensamiento hostil y pésimo tratar al mundo de manera general de que todo es un caos, no hay esperanza, solo fatalidad y tristeza, somos muchos en este mundo, pero hemos perdido el rumbo, estamos muy distanciados y nos volvemos muy fríos con las necesidades de los demás; descansemos por momentos durante el día y poner a un lado todos nuestros aparatos electrónicos, veamos a nuestra esposa, hijos, amigos, regalemos una momento de atención, escuchando y sonriendo, en fin solo comuniquemos nuestro amor, a nuestro prójimo.
Hemos perdido muchas actividades que hacíamos regularmente, nos hemos adaptado a vivir de otras manera pero no significa que dejemos de luchar para continuar lo que verdalmente nos gusta hacer, tal vez quieras ser enfermera, doctor, policía, bombero, escritor, futbolista, jardinero, maestra, misionero, mecánico etc. no dejes de alcanzar tus sueños, dejando que las circunstancias o personas quieran limitarte, muchas de las veces somos nosotros mismo quienes nos limitamos, andamos cargando cruces ajenas, debemos de cargar con las nuestras, y a pesar que las circunstancias se vean grises, o tal vez hasta oscuras, siempre hay una luz que nos permite continuar el camino, seguir adelante para alcázar nuestras metas acompañando a los demás. Debemos de actuar con amor.
Salgamos a tener acción clara sobre qué podemos hacer con nuestros talentos para ayudar a otros en casa con la familia y nuestra comunidad. Hagamos realidad nuestras aportaciones a este mundo.
No dejemos que el miedo que nosotros mismos podemos sentir nos detenga a tomar acción. Con prudencia y amor lo podemos lograr.
Que tenga un bendecido día
Comments